Geolocalización de vehículos

Las soluciones actuales de geolocalización son toda una ventaja para todas las empresas cuya actividad se basa en gran medida en la gestión de una flota de vehículos:

• empresas de taxis,
• ambulancias,
• empresas de transporte o reparto,
• empresas con muchos vehículos de asistencia o comerciales itinerantes,
• servicios de bus,
• otros.

Un sistema de geolocalización requiere el siguiente equipo:

• una centralita GPS (intercambio de señales con los satélites para calcular posiciones),
• una centralita GSM/GPRS (intercambio de información con el gestor de la flota de la empresa),
• en algunos casos, sensores instalados en los vehículos para algunos servicios opcionales específicos (informes detallados de la actividad mecánica del vehículo),
• software específico, que permite visualizar en directo toda la flota de la empresa en un mapa y ofrece una interfaz ergonómica para la gestión de todos los servicios.

Las soluciones de geolocalización ofrecen cada vez más funciones. Históricamente, el principal interés radica en seguir fácilmente la posición de un vehículo en directo, por medio de una interfaz visual adecuada (mapa en pantalla de un ordenador).

Gracias a este servicio, el gestor de la flota puede asignar en todo momento sus vehículos a los destinos más cercanos a cada uno. De esta forma, todos los viajes se optimizan, acortan y, al final, la flota consume menos carburante, lo que redunda en ahorros considerables para la empresa.

Desde entonces, se han agregado otros servicios a las funciones básicas:

• seguridad: bloquear el vehículo cuando está fuera de un determinado horario o zona;
• elaboración de informes: el software de geolocalización recoge y procesa una gran cantidad de datos que permiten solicitar informes personalizados (velocidad media, distancia recorrida, número de carreras por día, tiempo en reposo, etc.);
• monitorización técnica: las soluciones más avanzadas prevén la instalación de sensores en los vehículos (frenado, aceleración y cambio de marcha) para incidir en el comportamiento al volante de los conductores, cuando corresponda. La conducción ecológica es más segura, más respetuosa con el medioambiente, mejor para la longevidad de los vehículos y menos costosa en carburante.