¿Cuál es la diferencia entre filtración y purificación de agua?

Un filtro de agua es un dispositivo diseñado para eliminar impurezas físicas y mejorar el sabor del agua . Su principal función es reducir partículas grandes como sedimentos, óxido, arena y, en muchos casos, cloro.

Utilizan materiales como el carbón activado para retener estas sustancias. El agua filtrada es más limpia y tiene mejor sabor, lo que la hace ideal para el consumo diario en la oficina o en casa. Es una solución sencilla, económica y eficaz para el uso cotidiano.

Purificador de agua: una limpieza más profunda

Por otro lado, un purificador de agua va un paso más allá. Su objetivo es eliminar contaminantes biológicos, como bacterias, virus, parásitos y otros microorganismos que pueden causar enfermedades.

Los purificadores utilizan tecnologías avanzadas como la luz ultravioleta (UV), la ósmosis inversa o la destilación para matar o eliminar estos agentes patógenos.

El resultado es agua microbiológicamente segura y apta para el consumo humano, sin riesgo de infecciones.

¿Cuál elegir para tu empresa?

Para la mayoría de las empresas, un filtro de agua es más que suficiente. El agua del grifo en muchas ciudades ya es segura para beber, por lo que un filtro mejora el sabor y elimina impurezas comunes.

Un purificador es recomendable si la fuente de agua no es potable o si la seguridad microbiológica del agua es una preocupación particular. Antes de decidir, te aconsejamos investigar la calidad del agua en tu zona.