¿Cómo se mantiene una fuente de agua filtrada?

El mantenimiento principal  de una fuente de agua con filtro se centra en dos tareas esenciales:

• Cambio del filtro: Esta es la tarea más importante. Los filtros tienen una vida útil limitada y es crucial reemplazarlos en el tiempo indicado por el fabricante, que suele ser cada 6 a 12 meses.
  Un filtro viejo puede perder su capacidad de purificación y, en algunos casos, incluso contaminar el agua. La mayoría de los equipos modernos tienen un indicador que te avisa cuándo es el momento de cambiarlo, lo que hace el proceso mucho más fácil.

• Limpieza y desinfección: Es vital limpiar el exterior de la fuente y las partes que están en contacto con el agua (como la boquilla y la bandeja de goteo) para evitar la acumulación de bacterias y suciedad. Esta limpieza debe ser regular, idealmente cada semana.
  La mayoría de los proveedores de fuentes de agua con filtro ofrecen un servicio de mantenimiento profesional que se encarga de este proceso de manera periódica, asegurando una higiene óptima.

¿Qué se incluye en el servicio de mantenimiento?

Si optas por un contrato de alquiler, es muy probable que el proveedor se encargue de todo:

• Reemplazo del filtro: Un técnico cambiará el filtro según la programación.

• Limpieza profunda: Se realizará una desinfección completa de los conductos internos.

• Revisión del equipo: El técnico se asegurará de que el sistema de enfriamiento y otras partes funcionen correctamente.

En resumen, el mantenimiento de una fuente de agua con filtro se reduce a un cambio de filtro periódico y una limpieza regular. Si contratas un servicio, no tendrás que preocuparte por nada.